La desconexión entre la élite mundial y el mundo real crece día a día. La mayoría de la gente está agotada por la pandemia, las subidas de precios de los alimentos, de la energía y la inflación general, y preocupada por la recesión. Sin embargo, los voceros de las élites acuden a las conferencias de Davos o Aspen para declarar que nuestras mayores e inmediatas amenazas son el cambio climático, los desastres medioambientales y la pérdida de biodiversidad.