El espectáculo de otra conferencia anual sobre el clima (COP28), está a punto de comenzar en Dubái. Políticos y famosos llegan en jets privados, los oradores predicen un desastre inminente, las hostigadoras ONG reparten culpas, las negociaciones políticas se vuelven tensas e inevitablemente se alargan más de la cuenta. Por último, llega la firma de un nuevo acuerdo que los participantes esperan y pretenden que marcará la diferencia.