Tecnología contra la pobreza
Entre las opciones de gasto para los gobiernos de las naciones más pobres, poner en marcha la revolución tecnológica puede parecer al principio una prioridad menor. Si lo comparamos con la situación crítica de la infraestructura, la atención sanitaria o las escuelas, el acceso digital mejorado y la reducción del tiempo de espera para obtener certificados de nacimiento se sienten como lujos que deberían postergarse, o quizás dejarse a la iniciativa privada. Pero hay razones para reconsiderar esto.