La verdad del impacto de nuestras acciones
Al ser cada vez más obvio que las respuestas políticas al calentamiento global, como el tratado de París, no están funcionando, los ambientalistas nos instan a considerar el impacto climático de nuestras acciones personales. Proponen no comer carne, no conducir un coche con motor de gasolina y no viajar en avión. Pero estas acciones individuales, además de no suponer una diferencia sustancial para nuestro planeta, desvían la atención de las soluciones que se necesitan.