Se avecina una crisis alimentaria mundial debido a la brutal guerra de Rusia en Ucrania. Los dos países son responsables de más de una cuarta parte de las exportaciones mundiales de trigo y de grandes cantidades de cebada, maíz y aceite vegetal. Además del castigo que producen las políticas climáticas y el mundo emergiendo de la pandemia del COVID-19, los precios de los fertilizantes, la energía y el transporte se están disparando y los precios de los alimentos han subido un 61% en los últimos dos años.