¿Fue el 2016 el mejor año de la historia?
Según lo que todo el mundo dice, el 2016 fue un año terrible. Muchos países se vieron afectados por horrendos ataques terroristas. La crisis de Siria se cobró decenas de miles de vidas. Turquía sufrió ataques con bombas suicidas y un golpe de Estado fallido. En más de 70 países bajaron los niveles de libertad. Entre los grandes bombazos políticos estuvieron el brexit y la victoria de Donald Trump en las presidenciales de Estados Unidos, ambos grandes sorpresas para los medios de comunicación o las élites políticas. Se declaró al zika una emergencia de salud pública internacional. Es probable que el año que acaba sea el más cálido que se haya medido nunca.
Al leer las páginas de columnas de opinión, uno queda con la impresión de que el mundo está enfrentando un malestar que supera cualquier acontecimiento individual, y que la gente se está volviendo cada vez más (y más peligrosamente) dividida. Pero si damos un paso hacia atrás queda claro que hay muchas razones para ser optimistas. De hecho, en muchos sentidos vivimos la mejor época de la historia. Es más, algunos temas de los que más nos preocupamos –debido a las redes sociales y las noticias las 24 horas– no son los problemas que debieran tenernos en vela.